La Junta Municipal de Barajas, con el impulso de la Asociación Cultural “Barajas BIC”, publica el libro “Parque Juan Carlos I. La Puerta de Madrid” con motivo del 25 aniversario de este emblemático espacio de la capital. Esta obra, en la que confluyen aportaciones de varios autores, profundiza en la gran dimensión cultural (arquitectura, escultura, paisajismo, memoria del lugar,…) del primer gran parque del Madrid contemporáneo reuniendo abundante material inédito, tanto en textos como en ilustraciones, que permite una mejor compresión de su proyecto.
El libro es corolario del ciclo de conferencias organizado por “Barajas BIC” durante los meses de Abril y Mayo para conmemorar los 25 años del Parque Juan Carlos I y está coordinado por David Carrascosa, presidente de la entidad.
El compendio se abre con un amplio extracto de la memoria del Parque Juan Carlos I realizada por José Luis Esteban Penelas y Emilio Esteras Martín, sus arquitectos creadores, ilustrada con varios croquis y bocetos, inéditos hasta la fecha, preparatorios de aquélla. En el texto, titulado “Parque Juan Carlos I: proyecto y obra. Un parque para el siglo XXI”, se detallan sistemáticamente los conceptos básicos sobre los que se levanta el proyecto y se da cuenta tanto de sus elementos arquitectónicos propiamente dichos (plazas, paseos, pirámides,…) como de la dimensión arquitectónica que adquieren los elementos acuático (canal, lago, ría, estanques,…) y vegetal (olivar, sendas botánicas,…). No se dejan de lado los proyectos de los dos grandes equipamientos del parque (Auditorio y Estufa Fría) ni la singular aportación de la paisajista Myriam Silber Brodsky, el Jardín de las Tres Culturas.
La catedrática en Historia del Arte Contemporáneo, Carmen Pena López, se adentra en el gran valor del proyecto escultórico del Parque Juan Carlos I con el artículo “Once esculturas para un paisaje”. La organización del Simposio de Esculturas al Aire Libre “Encuentros en Madrid” (1991), impulsado por el entonces alcalde Agustín Rodríguez Sahagún, la integración de las esculturas como parte indisoluble en el paisaje del Parque Juan Carlos I, el concepto y significado de cada una de las obras, la relevancia internacional de sus creadores… todo ello es analizado en un extenso texto acompañado por fotografías ilustrativas y varios bocetos originales, hasta hoy inéditos, que los escultores realizaron en el proceso de creación de sus obras.
María Isabel Pérez Hernández, Dra. Arquitecta cuya investigación sobre el jardín de la Alameda de Osuna es imprescindible para el conocimiento de este espacio deciochesco, profundiza en los “Vínculos entre el Parque Juan Carlos I y el Jardín de El Capricho”, uno de los fundamentos menos conocidos, pero no por ellos menos esencial, en el proyecto del parque contemporáneo. La autora, tras realizar un minucioso estudio de los elementos históricos, topográficos y paisajísticos del ámbito en el que actualmente se asientan el parque y el jardín, analiza cómo varios conceptos y elementos de este último son fuente de inspiración para la creación del primero. La estrecha relación entre ambos hace que uno y otro puedan ser considerados unitariamente, dos ámbitos que, a pesar de sus diferentes diseños, constituyen una unidad paisajística por su complementariedad.
El libro se cierra con una larga relación de publicaciones y exposiciones nacionales e internacionales en la que el Parque Juan Carlos I ha sido protagonista durante sus 25 años de historia, y que da cuenta de la gran repercusión que supuso su proyecto a nivel internacional.
REFERENTE INTERNACIONAL
El Parque Juan Carlos I fue inaugurado el 7 de Mayo de 1992 con motivo de la Capitalidad Europea de la Cultura de Madrid. Sus autores, José Luis Esteban Penelas y Emilio Esteras Martín, apostaron por la creación de un espacio que, rompiendo con las reglas clásicas de la arquitectura paisajista, se anticipara al siglo XXI. La influencia de las técnicas pictóricas del cubismo (Pablo Picasso y George Braque) en su paisajismo y de los nuevos conceptos aportados por el postmodernismo filosófico de la segunda mitad del siglo XX en su diseño posibilitaron la creación de un parque que ha sido distinguido con varios premios a nivel internacional y que ha abierto nuevas posibilidades creativas dentro de la arquitectura paisajística, disciplina que se hallaba estancada desde los años 20 del pasado siglo.