La Ley 20/2022, de 19 de
Octubre, de Memoria Democrática señala en su artículo 35 qué elementos son
contrarios a la misma y el proceso que se debe seguir para su retirada del
espacio público. Apoyándose en tal precepto legal, la Sala de lo Contencioso
del Tribunal Supremo ha fallado recientemente que “una Cruz, con un listado de
personas fallecidas de uno solo de los bandos contendientes en la Guerra Civil,
supone exaltación de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la
represión de la Dictadura” (STS. 5411/2023, de 14 de Diciembre).
En este contexto jurídico cabe encuadrar la cruz instalada en la fachada frontal de la Iglesia de San Pedro Apóstol (Barajas), donde junto al nombre de José Antonio Primo de Rivera, está esculpido en piedra el de cuatro vecinos del antiguo municipio de Barajas fallecidos de forma violenta al comienzo de la Guerra Civil.
Si bien es cierto que tal
placa, como prescribe la Ley, es contraria a la Memoria Democrática, no lo es
menos que tales vecinos, al margen de su ideología, no tuvieron nada que ver
directamente con la sublevación militar y que su muerte se produjo en una
circunstancia de ajuste de cuentas entre bandos políticos. Así pues, y habida
cuenta que varios de sus descendientes aún viven en Barajas, no estaría de más
preservar su recuerdo.
Pero al mismo tiempo,
soterradas por años de silencio, se hallan las no menos injustas muertes de
varios otros vecinos de Barajas que, sometidos a consejos de guerra sumarísimos
sin ninguna garantía procesal, fueron fusilados y enterrados en fosas comunes
de varios cementerios madrileños una vez acabada la contienda. Es necesario
recordar que, en virtud del artículo 5 de la mencionada Ley de Memoria
Democrática, son nulas de pleno derecho las resoluciones emanadas de tales
procesos.
Así pues, tras más de
ochenta años de la finalización de la Guerra Civil, se impone dejar atrás el
diferente tratamiento de sus víctimas, ensalzadas unas y olvidadas otras, con
el fin de que todas ellas, independientemente de su ideología, sean igualmente
reconocidas.
PROPUESTA: El Ayuntamiento de
Madrid, ante la obligada retirada de la cruz de la Iglesia de San Pedro
Apóstol, creará un memorial en el distrito de Barajas que incluya las víctimas
de ambos bandos de la Guerra Civil.