jueves, 3 de mayo de 2018

Barajas BIC, cinco años potenciando el patrimonio


La creación de Barajas BIC estuvo presidida por una idea básica que ha sido el marco para desarrollar toda su actividad durante estos cinco años: convertir Barajas, hasta entonces un “distrito dormitorio” a la sombra del aeropuerto internacional, en un referente cultural para la ciudad de Madrid. En nuestra contra se hallaban décadas de centralismo político en la capital, por el que gobiernos los gobiernos municipales apostaban por fortalecer culturalmente la almendra central en detrimento de la periferia, que quedaba en un segundo plano. Pero en nuestro favor se halla un extenso acervo patrimonial, un conjunto de importantes elementos que permiten recorrer la secuencia histórica desde la Edad de Bronce hasta la actualidad, y que hacen de Barajas uno de los distritos con más interés cultural de Madrid.

Bien es cierto que, en tan sólo cinco años, ese horizonte al que apuntaba nuestra idea principal está solamente esbozado, pero también lo es que el debate sobre el patrimonio histórico en Barajas ha pasado de la anécdota a la categoría. De hablarse de El Capricho, del Castillo de la Alameda o de la Plaza Mayor de Barajas, por ejemplo, como de elementos exóticos dentro del debate político y social de Barajas, se ha pasado a contemplar dichos elementos sobre el telón de fondo del potencial que el distrito tiene de cara a su futuro a medio y largo plazo, y que no es otro de que su gran valor cultural. El poder identitario del patrimonio histórico ha jugado a favor y facilitado que nuestra idea base pudiera ir calando en la sociedad de Barajas y, mucho más allá, en la del resto de Madrid.